En una terapia de vibración general, su terapeuta le pedirá que se pare en una plataforma vibratoria mecánica. La frecuencia de la vibración se ajustará con antelación según el programa diseñado para su condición médica.
A medida que la máquina vibra, la energía vibratoria recorrerá todo su cuerpo, haciendo que sus músculos se contraigan y se relajen rápidamente. Estas contracciones y relajaciones rápidas aumentarán el flujo sanguíneo en su cuerpo y mejorarán su tono muscular. Las vibraciones tendrán efecto en sus músculos, tendones, la zona discal y ligamentos, todo al mismo tiempo. La sensación que puede sentir es como si estuviera realizando un esfuerzo físico sin estar haciéndolo realmente.
Por otro lado, la terapia de vibración local se realiza mediante un dispositivo vibratorio de mano que se aplicará directamente a una determinada parte de su cuerpo.
La terapia de vibración a menudo se combina con otras modalidades de tratamiento como la terapia de masaje y estiramientos, permitiendo controlar y sanar las lesiones de tejidos blandos.
Los medicamentos como los relajantes musculares, los antiinflamatorios y los analgésicos, aunque ayudan a aliviar el dolor, no mejoran la condición médica de los tejidos lesionados. Sin embargo, la terapia de vibración es una de las mejores formas de ayudar en la recuperación de las lesiones, proporcionando la sangre necesaria para sanar de forma rápida y segura.